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Génesis 31 - La Biblia Castilla 2003 bible

Génesis 31

¹Oyó Jacob que los hijos de Labán dec an: "Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho él toda esa fortuna".

²Se percató Jacob de que la actitud de Labán hacia él no era ya la misma de antes.

³Yahveh dijo entonces a Jacob: "Vuelve a la tierra de tus padres y a tu parentela. Yo estaré contigo".

⁴Envió, pues, a llamar a Raquel y a L a para que fueran al campo donde él se hallaba con su ganado,

⁵y les dijo: "Veo que la actitud de vuestro padre hacia m no es la misma de antes; pero el Dios de mi padre está conmigo.

⁶Vosotros sabéis que he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas,

⁷y que vuestro padre se ha burlado de m, cambiando diez veces mi salario; pero Dios no le ha permitido que me da ase.

⁸Si él dec a: "Las reses moteadas serán tu salario", todo el reba o par a moteadas, y si dec a: "Las listadas serán tu salario", todo el reba o par a listadas.

⁹As quitó Dios a vuestro padre el ganado y me lo ha dado a m.

¹⁰Sucedió que al tiempo que el ganado estaba en celo, yo alcé los ojos y vi en sue os que los machos que cubr an a las ovejas eran listados, moteados y manchados.

¹¹Y el ángel de Yahveh me dijo en el sue o: "Jacob"; y yo le respond: "Aqu estoy".

¹²Y prosiguió: "Alza tus ojos y mira: todos los machos que cubren las ovejas son listados, moteados y manchados, porque yo he visto todo lo que Labán ha hecho contigo.

¹³Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto. Ahora, pues, levántate, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra de tu parentela"".

¹⁴Raquel y L a le respondieron: "¿Tenemos acaso parte o herencia en la casa de nuestro padre?

¹⁵¿No hemos sido consideradas por él como extra as, puesto que nos vendió, y hasta se ha comido lo que sacó de nuestra venta?

¹⁶Toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos; haz, pues, ahora todo lo que Dios te ha dicho".

¹⁷Se levantó Jacob e hizo montar a sus hijos y a sus mujeres sobre los camellos.

¹⁸Se llevó consigo todo su ganado y todos los bienes que hab a adquirido - el ganado de su propiedad que se hab a procurado en Padán Aram -, y se encaminó a casa de Isaac, su padre, a la tierra de Canaán.

¹⁹Mientras Labán estaba en el esquileo de su reba o, Raquel hurtó los terafim de su padre.

²⁰Jacob enga ó a Labán, el arameo, ocultándole que se dispon a a huir.

²¹Pudo as fugarse con todo cuanto ten a. Se levantó, pues, vadeó el r o y se dirigió a la monta a de Galaad.

²²Al tercer d a dijeron a Labán que Jacob hab a huido.

²³Entonces Labán tomó consigo a sus hermanos, y persiguió a Jacob durante siete d as de camino, hasta darle alcance en la monta a de Galaad.

²⁴Pero Dios se apareció a Labán, el arameo, en sue os, durante la noche, y le dijo: "Guárdate de hablar a Jacob ni en bien ni en mal".

²⁵Alcanzó, pues, Labán a Jacob en el monte donde éste hab a asentado su tienda; Labán, con los suyos, asentó también la suya en el monte de Galaad.

²⁶Dijo Labán a Jacob: "¿Qué es lo que has hecho? Me has enga ado y te has llevado a mis hijas como cautivas de guerra.

²⁷¿Por qué te escapaste a escondidas y me has enga ado? ¿Por qué me lo has ocultado? Yo te hubiera despedido con alegr a y con cantares, con timbales y c taras.

²⁸Ni tan siquiera me dejaste besar a mis hijos y a mis hijas. En verdad has obrado neciamente.

²⁹Mi mano tiene sobrado poder para haceros mal, pero el Dios de tu padre me habló anoche diciéndome: "Guárdate de hablar con Jacob ni en bien ni en mal".

³⁰Ahora bien, si tú te has ido porque ten as nostalgia de la casa de tu padre, ¿por qué has robado mis dioses?".

³¹Respondió Jacob y dijo a Labán: "Es que tem a, pues me dije que quizá podr as quitarme por la fuerza a tus hijas.

³²Pero aquel en quien hallares tus dioses, no quedará con vida. Busca tú mismo en presencia de nuestros hermanos, y cuanto sea tuyo, tómalo". No sab a Jacob que Raquel los hab a sustra do.

³³Entró Labán en la tienda de Jacob, en la de L a y en la de las dos siervas, y no halló nada. Salió de la tienda de L a y entró en la de Raquel.

³⁴Pero Raquel hab a tomado los terafim, los hab a colocado en la albarda del camello y se hab a sentado encima. Labán rebuscó por toda la tienda, pero no halló nada.

³⁵Dijo ella a su padre: "No se enoje mi se or si no puedo levantarme ante ti, pues me pasa lo que suele llegar a las mujeres". Rebuscó Labán, pero no halló los terafim.

³⁶Entonces Jacob se encolerizó y recriminó a Labán. Tomó Jacob la palabra y dijo a Labán: "¿Qué crimen he cometido? ¿En qué he faltado para que me persigas con tanta sa a?

³⁷Has registrado todas mis cosas, y ¿qué has hallado de todos los objetos de tu casa? Muéstralo aqu delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen ellos entre nosotros dos.

³⁸Mira, he pasado veinte a os contigo; tus ovejas y tus cabras no abortaron, y no me he comido los corderos de tu reba o.

³⁹Jamás te traje res despedazada por las fieras; yo compensaba su pérdida. Lo que hab a sido hurtado de d a o de noche, tú me lo reclamabas.

⁴⁰Durante el d a me consum a el calor, y de noche la helada; y hu a de mis ojos el sue o.

⁴¹He vivido veinte a os en tu casa; catorce a os te serv por tus dos hijas, y seis por tus reba os, y diez veces cambiaste mi salario.

⁴²Si el Dios de mi padre, el Dios de Abrahán y el Terror de Isaac no hubiera estado conmigo, seguramente que me hubieras dejado ir de vac o. Dios ha visto mi congoja y la fatiga de mis manos, y se ha pronunciado la pasada noche".

⁴³Respondió Labán y dijo a Jacob: "Estas hijas, hijas m as son, y sus hijos son mis hijos. Este ganado es ganado m o. Cuanto ves, m o es. ¿Qué podr a yo hacer hoy a estas hijas m as o a los hijos que ellas dieron a luz?

⁴⁴Ven, pues, y concluyamos yo y tú una alianza que sirva de testimonio entre los dos".

⁴⁵Jacob tomó una piedra y la erigió como estela.

⁴⁶Y dijo a sus hermanos: "Recoged piedras". Las reunieron, las amontonaron y comieron all sobre el majano.

⁴⁷Labán lo llamó Yegar sahadutá, y Jacob le dio el nombre de Galed.

⁴⁸Dijo Labán: "Que este majano sea hoy testigo entre nosotros dos". Por eso se le llamó Galed,

⁴⁹y también Mispá, porque dijo: "Que vele Yahveh entre los dos cuando nos hayamos alejado el uno del otro.

⁵⁰Si maltratas a mis hijas y si además de ellas tomas otras mujeres, mira que, aunque no haya nadie con nosotros, Dios es testigo entre los dos".

⁵¹Dijo además Labán a Jacob: "Aqu está este majano y la estela que he erigido entre nosotros dos.

⁵²Testigo será este majano y testigo la estela, de que yo no pasaré más allá de este majano y de que tú no pasarás del lado m o más acá de este majano y de esta estela para hacerme mal.

⁵³El Dios de Abrahán y el Dios de Najor, el Dios de su padre, juzgue entre nosotros". Juró Jacob por el Terror de Isaac, su padre.

⁵⁴Jacob ofreció un sacrificio en el monte e invitó a sus hermanos a comer el pan. Comieron y pasaron la noche en el monte.