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Éxodo 1 - La Biblia Castilla 2003 bible

Éxodo 1

¹Éstos son los nombres de los israelitas que entraron con Jacob en Egipto, cada uno con su familia:

²Rubén, Siméon, Lev y Judá;

³Isacar, Zabulón y Benjam n;

⁴Dan y Neftal; Gad y Aser.

⁵El total de personas descendientes de Jacob fue de setenta. José se hallaba ya en Egipto.

⁶Murió José, todos sus hermanos y toda aquella generación.

⁷Los israelitas fueron fecundos y se propagaron; se multiplicaron y llegaron a ser tan poderosos que llenaron el pa s.

⁸Entonces se alzó en Egipto un nuevo rey que no hab a conocido a José,

⁹y dijo a su pueblo: "El pueblo de los israelitas es más numeroso y fuerte que nosotros.

¹⁰Vamos a proceder astutamente con él, no sea que se multiplique todav a más y suceda que, en caso de guerra, se sume también él a nuestros enemigos, luche contra nosotros y se vaya después del pa s".

¹¹Y les impusieron capataces de prestaciones personales para oprimirlos con duros trabajos. As construyeron para el Faraón las ciudades granero de Pitom y Ramsés.

¹²Pero cuanto más los oprim an, tanto más crec a su número y se propagaban, de suerte que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.

¹³Los egipcios sometieron a los israelitas a cruel servidumbre,

¹⁴y amargaron su vida con rudos trabajos en arcilla, en adobes, en todas las faenas del campo y en toda suerte de labores, acompa adas de malos tratos.

¹⁵Además, el rey de Egipto habló a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifrá y la otra Púa,

¹⁶y les dijo: "Cuando asistáis a las mujeres hebreas que dan a luz, fijaos bien: si es ni o matadlo; si es ni a, que viva".

¹⁷Pero las parteras tem an a Dios y no obedecieron las órdenes del rey de Egipto, sino que dejaban con vida también a los ni os.

¹⁸El rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les dijo: "¿Por qué hacéis eso de dejar con vida a los ni os?".

¹⁹Respondieron las parteras al Faraón: "Es que las hebreas no son como las mujeres egipcias. Son más vigorosas y dan a luz antes que llegue la partera".

²⁰Dios favoreció a las parteras. Y el pueblo segu a creciendo y fortaleciéndose.

²¹Por haber temido a Dios las parteras, él les concedió numerosa descendencia.

²²Entonces el Faraón dio esta orden a todo el pueblo: "Arrojaréis al Nilo a todo ni o que nazca entre los hebreos, pero dejaréis con vida a las ni as".