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Salmos 18 - La Biblia Castilla 2003 bible

Salmos 18

¹Del director. Del siervo de Yahveh, de David, que recitó ante Yahveh las palabras de este canto, el d a en que Yahveh le libró del poder de todos sus enemigos y de la mano de Saúl.

²Dijo: Yo te amo, Se or, mi fortaleza,

³mi roca, mi torreón y mi refugio, mi Dios y el fort n a que me acojo, mi escudo, mi defensa y mi castillo.

⁴Yo clamo al Se or, el adorable, y de mis enemigos seré salvo.

⁵Las olas de la muerte me circundan, las aguas del averno me atropellan,

⁶me rodean los brazos del seol, me preceden los cepos de la muerte.

⁷En mi aprieto yo clamo al Se or, a mi Dios elevo el grito, y él escucha mi voz desde su templo, mi clamor alcanza a sus o dos.

⁸La tierra treme toda y se perturba, las bases de los montes se estremecen y palpitan, a causa de su ira.

⁹De su nariz exhala humo, de su boca, un fuego que devora, todo él carbones encendidos.

¹⁰Luego inclina los cielos y desciende, las nubes debajo de sus pies.

¹¹Un querub n toma por carro y vuela, elevado en las alas de los vientos.

¹²De las tinieblas hace su escondrijo, de las aguas opacas y las nubes espesas el pabellón que le cobija.

¹³Al fulgor de su presencia, se transforman las nubes en granizo y brasas encendidas.

¹⁴En el cielo el Se or hace tronar, y la voz del Alt simo resuena.

¹⁵Cuando lanza sus flechas se dispersan, cuando fulmina sus rayos se dislocan.

¹⁶Los cauces de las aguas se descubren y las bases del mundo se desnudan ante tus amenazas, oh Yahveh, al resuello tremendo de tu enojo.

¹⁷Él env a de lo alto y me recoge, de las aguas hinchadas me arrebata.

¹⁸Él me libra del émulo pujante y del rival que me aventaja en fuerza.

¹⁹El d a de la prueba ellos me afrontan, pero el Se or es mi sostén.

²⁰Él me lleva al abierto, me pone en libertad, porque me ama.

²¹Según mi rectitud, as el socorro; mi pureza de obrar recibe recompensa.

²²Las v as del Se or las guardo, ciertamente, y no me alejo de mi Dios pecando.

²³Sus juicios me están todos presentes y no eludo sus mandatos;

²⁴soy veraz ante él y me guardo del mal.

²⁵Él me premia según mi rectitud y mi pureza de obrar en su presencia.

²⁶Con el piadoso te muestras piadoso, con el hombre inocente eres tú llano,

²⁷al sincero te muestras tú sincero, con el doble te haces tortuoso.

²⁸Tú, en efecto, redimes al humilde y humillas a los de ojos altaneros.

²⁹Tú mantienes mi lámpara encendida, el Se or ilumina mis tinieblas.

³⁰Contigo agrediré toda una turba y con mi Dios podré asaltar murallas.

³¹Los caminos de Dios son intachables, los dichos del Se or, acrisolados: es escudo para cuantos a él se acogen.

³²¿Quién es Dios, sino Yahveh, quién una roca, excepto nuestro Dios,

³³el Dios que me rodea de potencia y allana mi camino?

³⁴Él iguala mis pies a los del ciervo y me sostiene erguido en las alturas.

³⁵Él adiestra mis manos al combate, mis brazos para tensar arco de bronce.

³⁶Tú me brindas tu escudo de defensa, tu diestra me socorre, tu siniestra me acrece.

³⁷Tú ensanchaste la senda de mis pasos sin dejar que mis tobillos titubeen.

³⁸Acosaré al enemigo, le haré presa, sin tornarme hasta haberle derrocado.

³⁹Lo batiré, y no podrá ya más erguirse, lo hundiré bajo mis plantas.

⁴⁰Tú me ci es de fuerza en el combate, doblegas bajo mi mano a mi adversario;

⁴¹haces que mi enemigo dé la espalda, para que pueda abatir al que me execra.

⁴²Piden ellos auxilio, sin nadie que socorra, al Se or, pero él no les responde.

⁴³Como polvo ante el viento, tal he de triturarlos, cual basura en la calle he de barrerlos.

⁴⁴Tú me libras de chusmas en mot n y me pones al frente de naciones: pueblos ignotos me rinden pleites a.

⁴⁵Los hijos de extranjeros me agasajan, tan sólo con o rme me obedecen.

⁴⁶Los hijos de extranjeros se desmayan y salen temblorosos de sus fuertes.

⁴⁷Viva el Se or, bendita sea mi roca, que el Dios de mi salvación sea exaltado,

⁴⁸el Dios que me concede la venganza y somete los pueblos a mi yugo.

⁴⁹Tú me libras de mis perseguidores, sobre mis adversarios me enalteces, me salvas del hombre violento.

⁵⁰Por eso he de alabarte en medio de los pueblos y cantar, Yahveh, a tu nombre,