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Salmos 69 - La Biblia Castilla 2003 bible

Salmos 69

¹Del director. Con liras de Susa. De David.

²Socórreme, Se or, que ya las aguas me alcanzan hasta el cuello,

³que me estoy anegando en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; que me estoy sumergiendo en las aguas profundas, envuelto en las corrientes.

⁴Me consumo de gritar, mi garganta está ardiendo, y mis ojos languidecen, en la espera de mi Dios.

⁵Los que a tuerto me aborrecen son más que mis cabellos, y más fuertes que yo mis mentirosos enemigos: no habiendo yo robado, tendré que devolver.

⁶Tú conoces, Se or, mi insensatez, y no te están latentes mis delitos.

⁷No se humillen por m los que en ti esperan, Adonay Se or de los ejércitos, ni se azoren por m los que te buscan, oh Dios de Israel.

⁸Por tu causa es, ciertamente, el que yo sufra vejación y que me cubran el rostro las afrentas,

⁹el que sea yo un extra o a mis hermanos, un extranjero a los hijos de mi madre.

¹⁰El celo de tu casa me devora, y el ultraje de todo el que te ultraja recae sobre m.

¹¹Si me aflijo con ayunos, se me torna en vilipendio;

¹²si me visto de saco, me convierto en su refrán.

¹³Los que están a las puertas murmuran contra m, y soy la cantinela de los bebedores de licor.

¹⁴Por mi parte, Se or, a ti va mi plegaria en el tiempo propicio. Por la grandeza de tu amor, respóndeme con la fidelidad de tu socorro.

¹⁵Libérame del cieno y no me anegue, que me pueda salvar del que me odia, de las aguas profundas:

¹⁶no me arrollen sus corrientes, no me trague el abismo y que no cierre el pozo su boca sobre m.

¹⁷Respóndeme, Se or, según la delicia de tu gracia, y por tu gran compasión, retórnate hacia m.

¹⁸No ocultes a tu siervo tu presencia, pues estoy en la angustia; respóndeme de prisa.

¹⁹Aprox mate a m con el rescate, libérame, en respuesta a mi enemigo.

²⁰Tú conoces mi oprobio, mi vejación y mis afrentas, todos mis perseguidores están ante tu vista.

²¹La vergüenza me parte el corazón, y es incurable; espero condolencia, y no la hay; algún consolador, y no lo encuentro.

²²Por alimento me sirven el veneno, por bebida a mi sed, me dan vinagre.

²³Que su mesa servida se torne trampa y lazo, sus banquetes sagrados, en celada.

²⁴Que sus ojos se nublen, al punto de no ver, y tiemblen sus ri ones sin sosiego.

²⁵Derrama sobre ellos tu furor, y que el fuego de tu ira los alcance.

²⁶Que sean sus cercados devastados y que sus tiendas no tengan morador.

²⁷Ya que acosan al que tú has castigado y acrecientan los dolores de tu v ctima,

²⁸acumúlales maldad sobre maldades y que no tengan lugar en tu justicia.

²⁹Sean borrados del libro de la vida y no sean inscritos con los justos.

³⁰Y a m, humilde y afligido, que tu auxilio, Se or, me ponga en salvo.

³¹Alabaré tu nombre con cantares, te ensalzaré en acción de gracias.

³²Será acepto al Se or, más que los toros o el becerro de cuernos y pezu as.

³³Los humildes, al verlo, gozarán: los que buscáis a Dios, arriba los corazones,

³⁴pues escucha el Se or al indigente y no desde a a sus cautivos.

³⁵Que los cielos y la tierra te bendigan, los mares y cuanto en ellos bulle.

³⁶Dios salvará a Sión y restaurará las villas de Judá: habrá en ellas quien more y quien herede.