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JOEL 1 - Reina Valera 2020 bible

JOEL 1

¹Palabra del Señor que vino a Joel hijo de Petuel.

²Oíd esto, ancianos, y escuchad, todos los habitantes de la tierra. ¿Ha acontecido algo semejante en vuestros días o en los días de vuestros padres?

³De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la siguiente generación.

⁴Lo que dejó la oruga se lo ha comido el saltón; lo que dejó el saltón se lo ha comido el revoltón; y la langosta se ha comido lo que el revoltón había dejado.

⁵Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, porque el vino se os ha quitado de vuestra boca.

⁶Porque un pueblo fuerte e innumerable ha subido a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león.

⁷Ha asolado mi vid y descortezado mi higuera; del todo la ha desnudado y derribado; sus ramas han quedado peladas.

⁸Llora tú, como la joven vestida de ropas ásperas por el marido de su juventud.

⁹Ha desaparecido de la casa del Señor la ofrenda y la libación; los sacerdotes que sirven al Señor están de duelo.

¹⁰El campo está asolado y se ha enlutado la tierra, porque el trigo ha sido destruido, el mosto está pasado y se ha perdido el aceite.

¹¹Confundíos, labradores; gemid, viñadores, por el trigo y la cebada, porque se ha perdido la mies del campo.

¹²La vid está seca y ha perecido la higuera; también el granado, la palmera y el manzano: Todos los árboles del campo se han secado. Por eso no hay para nadie motivo de alegría.

¹³Vestíos de luto y lamentad, sacerdotes; gemid, ministros del altar; venid, dormid con ropas ásperas, los que servís a mi Dios; porque han cesado ofrenda y libación en la casa de vuestro Dios.

¹⁴Proclamad ayuno, convocad asamblea, congregad a los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en la casa del Señor, vuestro Dios, y clamad al Señor.

¹⁵¡Ay del día!, porque cercano está el día del Señor; vendrá como destrucción de parte del Todopoderoso.

¹⁶¿No ha sido arrebatado el alimento ante nuestros propios ojos, junto con la alegría y el placer de estar en la casa de nuestro Dios?

¹⁷El grano se ha podrido debajo de los terrones, el trigo se ha echado a perder, los graneros han sido asolados y los silos destruidos.

¹⁸¡Cómo gemían las bestias! ¡Perdidas andaban las reses, porque no tenían pastos! Y han sido también asolados los rebaños de las ovejas.

¹⁹A ti, Señor, clamaré; porque el fuego ha consumido los pastos del desierto, la llama ha abrasado los árboles del campo.

²⁰Las bestias del campo bramarán también a ti, pues se han secado los arroyos de las aguas, y el fuego ha consumido las praderas del desierto.