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NÚMEROS 15 - Reina Valera 2020 bible

NÚMEROS 15

¹El Señor dijo a Moisés:

²—Habla a los hijos de Israel: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os daré para que la habitéis

³y presentéis ofrenda que se quema al Señor, holocausto o sacrificio de vacas o de ovejas, como voto especial o como ofrenda voluntaria, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato al Señor,

⁴entonces, el que presente su ofrenda al Señor ofrecerá dos kilos de flor de harina, amasada con un litro de aceite.

⁵Para la libación ofrecerás un litro de vino por cada cordero, además del holocausto o del sacrificio.

⁶Por cada carnero presentarás una ofrenda de cuatro kilos de flor de harina, amasada con dos litros de aceite;

⁷y de vino para la libación presentarás dos litros de vino, como ofrenda de olor grato al Señor.

⁸Cuando ofrezcas un novillo como holocausto o sacrificio, como voto especial o de paz al Señor,

⁹presentarás con el novillo una ofrenda de seis kilos de flor de harina, amasada con dos litros de aceite;

¹⁰y para la libación dos litros de vino, como ofrenda quemada de olor grato al Señor.

¹¹Así se hará con cada buey, carnero, cordero o cabrito.

¹²Sea cual sea el número de animales, así haréis con cada uno de ellos.

¹³Todo israelita por nacimiento hará estas cosas así, para presentar una ofrenda quemada de olor grato al Señor.

¹⁴Si un extranjero que habita con vosotros, o cualquiera que viva entre vosotros desde hace mucho tiempo, quiere presentar una ofrenda de olor grato al Señor, lo hará tal como vosotros.

¹⁵Un mismo estatuto tendréis en la congregación para vosotros y para el extranjero que vive con vosotros. Será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; igual que vosotros, así será el extranjero delante del Señor.

¹⁶Una misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que vive con vosotros.

¹⁷El Señor dijo a Moisés:

¹⁸—Habla a los hijos de Israel: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo,

¹⁹cuando comencéis a comer del pan de la tierra, presentaréis una ofrenda al Señor.

²⁰De lo primero que amaséis, presentaréis una torta como ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis.

²¹De las primicias de vuestra masa daréis al Señor una ofrenda por vuestras generaciones.

²²Cuando involuntariamente dejéis de cumplir cualquiera de estos mandamientos que el Señor ha comunicado a Moisés,

²³cualquiera de las cosas que el Señor os ha mandado por medio de él, desde el día que el Señor lo ordenó en adelante, por generaciones,

²⁴si el pecado involuntario ha sido cometido sin saberlo la congregación, toda ella ofrecerá un novillo como holocausto de olor grato al Señor, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío como expiación.

²⁵Luego el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel, y les será perdonado, porque se trata de un error involuntario. Ellos presentarán sus ofrendas, que se queman para el Señor, y sus expiaciones delante del Señor, por esos errores.

²⁶Y toda la congregación de los hijos de Israel será perdonada, lo mismo que el extranjero que vive entre ellos, por cuanto es una falta involuntaria de todo el pueblo.

²⁷Si una persona peca involuntariamente, ofrecerá una cabra de un año para expiación.

²⁸El sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado involuntariamente delante del Señor, la reconciliará, y será perdonada.

²⁹Una misma ley tendréis para el que peque involuntariamente, ya se trate de uno de los hijos de Israel o del extranjero que viva entre ellos.

³⁰Pero la persona que haga algo con soberbia, sea el natural o el extranjero, ultraja al Señor; esa persona será eliminada de en medio de su pueblo.

³¹Por cuanto tuvo en poco la palabra del Señor y menospreció su mandamiento, esa persona será eliminada por completo y su pecado caerá sobre ella.

³²Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en sábado.

³³Los que lo hallaron ocupado en esa actividad lo llevaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación.

³⁴Lo pusieron en la cárcel, porque no estaba determinado qué se le había de hacer.

³⁵Entonces el Señor dijo a Moisés: —Irremisiblemente ese hombre debe morir: apedréelo toda la congregación fuera del campamento.

³⁶La congregación lo sacó fuera del campamento, y lo apedrearon hasta que murió, como el Señor había mandado a Moisés.

³⁷El Señor dijo a Moisés:

³⁸—Indica a los hijos de Israel que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada fleco de los bordes un cordón azul.

³⁹Llevaréis esos flecos para que cuando los veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor. Así los pondréis por obra y no seguiréis los apetitos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que han hecho que os prostituyáis.

⁴⁰Así os acordaréis y cumpliréis todos mis mandamientos, para que seáis santos ante vuestro Dios.

⁴¹Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, el Señor, vuestro Dios.