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ZACARÍAS 8 - Reina Valera 2020 bible

ZACARÍAS 8

¹Recibí del Señor de los ejércitos esta palabra:

²Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Celé a Sion con gran celo, y con gran ira la celé.

³Así dice el Señor: Yo he restaurado a Sion y habitaré en medio de Jerusalén. Jerusalén se llamará ciudad de la Verdad, y el monte del Señor de los ejércitos, monte de Santidad.

⁴Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con un bastón en la mano por lo avanzado de su edad.

⁵Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas.

⁶Así dice el Señor de los ejércitos: Si esto parece imposible a los ojos del resto de este pueblo en aquellos días, ¿también será imposible para mí?, dice el Señor de los ejércitos.

⁷Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol;

⁸los traeré y habitarán en medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios en verdad y en justicia.

⁹Así ha dicho el Señor de los ejércitos: —Cobrad ánimo, vosotros que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento de la Casa del Señor de los ejércitos, para edificar el templo.

¹⁰Porque antes de estos días, ni personas ni animales percibían jornal; nadie podía moverse con seguridad, pues yo había enfrentado a unos contra otros.

¹¹Mas ahora no haré con el resto de este pueblo como en aquellos pasados días, dice el Señor de los ejércitos.

¹²Porque habrá simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra, su producto, y los cielos, su rocío; y haré que el resto de este pueblo posea todo esto.

¹³Y así como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. ¡No temáis! ¡Cobrad ánimo!

¹⁴Porque así ha dicho el Señor de los ejércitos: —Así como pensé castigaros cuando vuestros padres provocaron mi ira, dice el Señor de los ejércitos, y no me arrepentí,

¹⁵ahora, en cambio, he pensado tratar con bondad a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días. No temáis.

¹⁶Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.

¹⁷Ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso, porque todas estas son cosas que aborrezco, dice el Señor.

¹⁸Recibí esta palabra del Señor de los ejércitos:

¹⁹—Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Los ayunos del cuarto, el quinto, el séptimo, y el décimo mes, se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría, y en fiestas solemnes. Amad, pues, la verdad y la paz.

²⁰Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Aún vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades.

²¹Vendrán los habitantes de una ciudad a otra y dirán: «¡Vamos a implorar el favor del Señor y a buscar al Señor de los ejércitos! ¡Yo también iré!».

²²Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al Señor de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del Señor.

²³Así ha dicho el Señor de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, y le dirán: «Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros».