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COLOSENSES 2 - Reina Valera 2020 bible

COLOSENSES 2

¹Quiero pues, que sepáis qué gran lucha sostengo por vosotros, por los que están en Laodicea y por todos los que nunca me han conocido personalmente.

²Lucho para que sean alentados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo,

³en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

⁴Os digo esto para que nadie os engañe con palabras persuasivas.

⁵Porque aunque estoy físicamente ausente, no obstante, en espíritu estoy con vosotros, y me alegra ver que sois muy ordenados y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

⁶Por tanto, ya que habéis creído en el Señor Jesucristo, vivid en él,

⁷arraigados y sobreedificados en él; reafirmados en la fe, tal como habéis aprendido, creciendo en ella con acción de gracias.

⁸Tened cuidado de que nadie os seduzca por medio de filosofías y engaños infundados basados en tradiciones humanas y conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo.

⁹Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad,

¹⁰y en él vosotros estáis completos, pues él es la cabeza de todo principado y potestad.

¹¹En él también fuisteis circuncidados, pero no con una circuncisión en sentido físico, sino con la circuncisión llevada a cabo por Cristo, por la que sois despojados de vuestra naturaleza pecaminosa.

¹²Con él fuisteis sepultados en el bautismo, y en él fuisteis también resucitados por la fe en la acción poderosa de Dios que lo levantó de los muertos.

¹³Antes vosotros estabais muertos en pecados y aún no habíais sido despojados de vuestra naturaleza humana, pero ahora Dios os ha dado vida juntamente con Cristo, y os ha perdonado todos los pecados.

¹⁴Él ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros, la cual nos acusaba; la quitó de en medio y la clavó en la cruz.

¹⁵Así, despojó de poder a los principados y a las potestades y, en su séquito triunfal, los exhibió en público para su vergüenza tras triunfar sobre ellos en la cruz.

¹⁶Por tanto, que nadie os juzgue en asuntos de comida o de bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados.

¹⁷Todo esto no es más que una sombra de lo que ha de venir; pero la realidad es Cristo.

¹⁸Que nadie os prive de vuestro premio alardeando de humildad y de rendir culto a los ángeles, entrando en detalles de cosas que no han visto; están llenos de orgullo debido a su mentalidad carnal;

¹⁹pero no están unidos a la Cabeza, por medio de la cual todo el cuerpo, a través de las coyunturas y ligamentos, se nutre y crece con el crecimiento que da Dios.

²⁰Si habéis muerto con Cristo a los elementos de este mundo, ¿por qué, como si vivierais en el mundo, os sometéis a sus preceptos

²¹tales como: «No uses», «No comas», «No toques»?

²²Todos estos preceptos están destinados a desaparecer con el uso pues son solo reglas y enseñanzas humanas.

²³Tienen apariencia de sabiduría, por su aspecto de religiosidad devota, humildad y mortificación del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la naturaleza carnal.