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Eclesiástico 46 - Sagrada Biblia — Universidad de Navarra, 2016 bible

Eclesiástico 46

¹Valeroso en la guerra fue Josué, hijo de Nun, sucesor de Moisés en el ministerio profético. Según lo que significa su nombre,

²fue grande para la salvación de los elegidos de Dios, para castigar a los enemigos que surgían y dar posesión de la heredad a Israel. 2

³¡Qué glorioso era cuando alzaba las manos y blandía la espada contra las ciudades! 3

⁴¿Quién podía resistir ante él? Era él quien conducía las batallas del Señor. 4

⁵¿No se detuvo el sol ante su mano, y hubo un día tan largo como dos? 5

⁶Él invocó al Altísimo Omnipotente, mientras los enemigos le acosaban por todas partes, y el Señor Grande le escuchó, haciendo caer piedras de granizo con enorme fuerza. 6

⁷Cayó con ímpetu sobre el pueblo enemigo y en su descenso aniquiló a los adversarios,

⁸para que las gentes conocieran cuáles eran sus armas y que estaban guerreando contra el Señor. 7 En efecto, él siguió tras el Omnipotente,

⁹[89] y en los días de Moisés realizó una acción piadosa. <h>Caleb</h> Él y Caleb, hijo de Yefuné, se opusieron a la asamblea, e impidieron que pecase el pueblo, hicieron callar las perversas murmuraciones. 8

¹⁰Por eso, sólo ellos dos se salvaron entre seiscientos mil de a pie, para ser introducidos en la heredad, en la tierra que mana leche y miel. 9

¹¹El Señor concedió a Caleb tal fortaleza que le asistió hasta la vejez, para que pudiera subir a las alturas del país, y que su descendencia las obtuviese en heredad. 10

¹²Así vieron todos los hijos de Israel lo bueno que es andar tras el Señor.

¹³11 También los Jueces, cada uno con su nombre, aquellos cuyo corazón no se prostituyó ni se apartaron del Señor:

¹⁴¡Bendita sea su memoria! 12 Que sus huesos rebroten como flores en su sitio,

¹⁵y su nombre se renueve en los hijos de aquellos varones santos.

¹⁶13 Samuel, amado de su Señor, profeta del Señor, instituyó la realeza, ungió a los príncipes de su pueblo. 14

¹⁷Juzgó a la comunidad según la Ley del Señor, y Dios visitó a Jacob. 15 Por su fidelidad se acreditó como profeta,

¹⁸por sus palabras, reconocido fiel a sus visiones. 16

¹⁹Invocó al Señor omnipotente, cuando los enemigos le acosaban por doquier, con la ofrenda de un cordero lechal. 17

²⁰El Señor tronó desde el cielo, hizo oír su voz con enorme fragor. 18

²¹Quebrantó a los príncipes de Tiro y a todos los jefes filisteos. 19

²²Antes del tiempo de su descanso eterno dio este testimonio ante el Señor y su Mesías: «Ni dinero, ni siquiera unas sandalias, he aceptado de nadie». Ninguno pudo echárselo en cara. 20

²³Incluso después de su muerte profetizó, y anunció y mostró al rey su final, desde la tierra levantó su voz en profecía para borrar la impiedad del pueblo.