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Eclesiástico 51 - Sagrada Biblia — Universidad de Navarra, 2016 bible

Eclesiástico 51

¹Te glorificaré, Señor Rey, te alabaré, Dios, mi Salvador.

²Daré gracias a tu Nombre, 2 porque has sido mi protector y mi ayuda,

³y has librado mi cuerpo de la perdición, del lazo de lengua alevosa, de labios que profieren mentiras, y has sido mi auxilio frente a mis adversarios.

⁴Y me has librado, 3 según tu gran misericordia y por tu Nombre, de los lazos preparados para devorarme;

⁵de manos de quienes acechaban mi vida, y de las muchas tribulaciones que sufría; 4

⁶del sofoco de la llama que me envolvía, y, así, en medio del fuego no fui abrasado; 5

⁷del profundo seno del hades, de lengua impura y de palabra falsa, 6 y de los dardos de lengua injusta.

⁸Mi alma estaba próxima a la muerte

⁹y mi vida tocando ya el fondo del hades. 7

¹⁰Me cercaban por todas partes y nadie me ayudaba; miraba pidiendo socorro a los hombres, y no lo había. 8

¹¹Pero me acordé de tu misericordia, Señor, y de tus beneficios de siempre,

¹²ya que Tú libras a cuantos confían en Ti y les salvas de manos de los malvados. 9

¹³Y elevé desde la tierra mi súplica, y recé para que me libraras de la muerte. 10

¹⁴Invoqué al Señor: «¡Tú eres mi Padre! No me dejes sin ayuda en días de tribulación, en el tiempo de los orgullosos».

¹⁵Alabaré siempre tu Nombre, sin cesar, te entonaré cantos de acción de gracias. 11

¹⁶Mi oración fue escuchada, pues Tú me salvaste de la ruina, y me libraste del tiempo malo. 12

¹⁷Por eso te daré gracias y te alabaré, bendeciré el Nombre del Señor.

¹⁸13 Cuando aún era joven, antes de andar errante, busqué con sinceridad la sabiduría en mi oración. 14

¹⁹Ante el Templo la pedía y hasta el final la buscaré. 15 Ella floreció, como uva temprana.

²⁰Mi corazón se alegró con ella; mis pies anduvieron por el camino recto; desde mi juventud he seguido sus huellas. 16

²¹Incliné un poco mi oído y la recibí,

²²me encontré con una gran enseñanza. 17 En ella hice progresos:

²³Al que me dio sabiduría yo daré gloria. 18

²⁴Pues decidí ponerla en práctica, intentaré hacer el bien y no me avergonzaré. 19

²⁵Por ella luchó mi alma, y fui diligente en practicar la Ley.

²⁶Extendí mis manos a lo alto y reconocí mis ignorancias acerca de ella. 20

²⁷A ella dirigí mi alma y la hallé en la purificación.

²⁸Con ella adquirí cordura desde el principio; por eso no la abandonaré. 21

²⁹Mis entrañas se conmovieron al buscarla, por eso he logrado una preciosa adquisición. 22

³⁰El Señor me concedió en recompensa una lengua con la que le alabaré. 23

³¹Acercaos a mí, los no instruidos, quedaos en mi escuela. 24

³²¿Hasta cuándo os privaréis de estas cosas, si vuestras almas están tan sedientas? 25

³³He abierto mi boca y he hablado: «¡Compráosla sin dinero!». 26

³⁴Someted vuestro cuello a su yugo, Que vuestra alma reciba la instrucción. Al alcance está el encontrarla. 27

³⁵Ved con vuestros ojos qué poco me he fatigado, y el gran sosiego que me he encontrado. 28

³⁶Comprad la instrucción incluso con mucho dinero; pues con ella conseguiréis oro abundante. 29

³⁷Que vuestra alma se goce en su misericordia, no os avergonzaréis de alabarlo. 30

³⁸[102] Realizad vuestra tarea a tiempo, y él os recompensará en su tiempo.